El accidente

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A Dios se le cayó un milagro. Y en aquel pueblo devoto llovió mierda y se evaporó una iglesia. Son cosas que le pueden pasar a cualquier dios, piensa Dios. Pero en aquel pueblo devoto, los fieles se resisten a asociar la lluvia de mierda o la iglesia evaporada con un accidente divino. Ni siquiera con alguna posible ira de Dios. Lo de la iglesia vaya y pase, pero lo de la mierda… Barrer el mundo con una tormenta fulminante o cargarse alguna que otra ciudad por su vida disipada es una cosa, sin embargo ¿cómo puede un hombre educado en la Palabra interpretar lo de la mierda? .
Desde que se produjo el desconcertante fenómeno, en aquel pueblo ha aparecido un puñado de mentes racionales dispuestas a explicarlo. Los creyentes confían en que pronto les confirmarán que Dios no ha tenido nada que ver en el incidente; ellos demandan una respuesta relacionada con el calentamiento global o la corriente de El Niño.
Por ahora, ante la duda, atraviesan una crisis de fe.

3 comentarios:

Vigo dijo...

Más que la ira de Dios, quizás sería más sencillo pensar que es obra del Diablo.

Dejé en mi blog una pequeña nota sobre Burocracia. Estuvo bien leerlo.

Burocracia

Un saludo.
V.

Hernán dijo...

Acá va mi comentario de nuevo, arreglado (borrame el otro;).

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Respecto a "Falso techo" te digo que me gustó mucho, che.

Dejo el comentario acá porque no veo donde dejarlos en el post correspondiente, no está el enlace (estoy usando Firefox por si te sirve el dato).

Ojo, te quedó un detalle de tipeo acá: "Respiré profundó".

Saludo, Hernán.

La Morsa a la Deriva dijo...

Gracias Hernán, solucionada la errata y abiertos los comentarios en el último post. Y sobre todo gracias por pasar y leer!